miércoles, 5 de noviembre de 2014

Planeación, Desarrollo Regional y Competitividad. De la ambigüedad a una nueva etapa

En el siguiente link, pueden consultar el libro de mi autoría, titulado "Planeación, Desarrollo Regional y Competitividad. De la ambigüedad a una nueva etapa", publicado por Ediciones de Educación y Cultura

Planeación, Desarrollo Regional y Competitividad

miércoles, 27 de agosto de 2014

MÉXICO: APERTURA COMERCIAL, CRECIMIENTO Y DESARROLLO

La segunda guerra mundial finalizó en 1945 dejando como secuela economías devastadas; el uso de cuantiosa inversión pública y privada para su financiamiento, y la destrucción del capital productivo en los países beligerantes fue de grandes proporciones. Durante el conflicto y después de él, los países que participaron en la guerra pasaron de exportadores a importadores potenciales de materias primas, alimentos y productos industrializados, entre otros, la propia devastación ameritó que después de la pacificación, europeos, japoneses y norteamericanos, se plantearan la necesidad de reconstruir el sistema económico mundial, conviniendo en la necesidad de crear instituciones internacionales, que tuvieran como propósito diseñar medidas de política económica que fueran aplicadas internacionalmente, y ayudaran a reestructurar la actividad económica de los países participantes en el conflicto bélico, la propuesta concreta era acabar con los proteccionismos nacionales y abrir las economías al libre tránsito de las inversiones y el comercio.

Con este propósito, en 1948 se crea como un primer instrumento, el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), cuyo objetivo fue desregular la actividad comercial entre los países adherentes, para propiciar un intercambio más fluido y rentable para las partes firmantes, así como alentar la velocidad de circulación de las inversiones productivas, aprovechando las ventajas comparativas y competitivas de los países que suscribieron el acuerdo, y que en realidad era la mayoría de los Europeos, Japón, Inglaterra y los Estados Unidos.

Una vez firmado y puesto en marcha el acuerdo, la recuperación europea y japonesa principalmente, fue paulatina, sin embargo, las crecientes inversiones de las principales empresas de estos países requerían mayores espacios productivos y flexibilidad arancelaria internacional, así que el GATT no fue limitativo a los países firmantes del acuerdo original, y los gobiernos líderes responsables de la conducción del organismo, desplegaron una labor intensa para incorporar a más países como miembros, así uno de los objetivos más importantes para los norteamericanos como principales impulsores del organismo, fue la incorporación de países con mercados potenciales como México, objetivo que ameritó un largo proceso de negociaciones entre los funcionarios del organismo con las autoridades mexicanas. Las negociaciones acentuaron su interés durante el sexenio del entonces Presidente José López Portillo, quien accedió a integrar su gobierno al organismo en calidad de gobierno observador, años más tarde, el 25 de julio de 1986, en el cuarto año del Presidente Miguel de la Madrid Hurtado, con la firma del protocolo de Ginebra Suiza, México dejó de ser un país observador al interior del organismo para convertirse en el miembro número 92 del GATT.
El protocolo firmado se convertiría posteriormente en una Carta de Intención, mediante la cual México se comprometió a: eliminar un conjunto de barreras al comercio internacional, a promover la libre competencia económica nacional e internacional, garantizar jurídicamente, seguridad y oportunidades de movilidad de capitales internacionales de inversión, procurar protección adecuada a los derechos de la propiedad intelectual y coadyuvar en la resolución de controversias comerciales entre países. Estos fueron algunos de los compromisos más importantes, sin embargo, internamente la firma del protocolo generó una controversia política y social muy aguda, había segmentos de la población, como la izquierda mexicana, que se pronunció rotundamente en contra del ingreso de México al GATT, por considerar que el acuerdo restaba soberanía nacional, y que México sería invadido por capitales y producción multinacional. En tanto, los grupos políticamente conservadores y el sector empresarial aplaudieron la medida tomada por el gobierno mexicano.

Esta incorporación de México al sistema mundial de libre mercado creó una nueva realidad para nuestro país, para el continente y el mercado mundial, pues tan sólo tres de todos los países afiliados al GATT: México, Estados Unidos de Norteamérica y Canadá, generaron en la geo economía un mercado potencial de 450 millones de personas con necesidades concretas y crecientes, lo que dio origen a la necesidad de dar un paso más para afianzar jurídica y económicamente las relaciones comerciales entre estos tres países. Así, a finales de la década los ochenta se empezó a plantear la posibilidad de firmar un acuerdo comercial específico, un asunto cuya discusión llevó varios años de negociaciones entre los tres países norcontinentales, las organizaciones de la izquierda mexicana arreciaron sus protestas tratando de impedir la firma del acuerdo trilateral, sin embargo, ésta se dio y el acuerdo denominado Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLC), entró en vigor el 1 de enero de 1994, un año políticamente agitado.

El tratado estipulaba que México se comprometía a eliminar barreras proteccionistas a un importante y específico listado de productos que requerían los estadounidenses y canadienses, y viceversa, con ello rubricaron el tratado con el ánimo de alentar más el crecimiento económico y la competitividad, mediante la expansión del comercio y la movilidad de los capitales productivos de los tres países. La consolidación de estos compromisos, que han generado el mercado más importante del mundo, y que según el Banco de México genera el 49 por ciento del Producto Interno Bruto Global, aún en las primeras décadas del siglo XXI, no obstante, hoy en día, continúa generando controversias y resistencias al interior de la sociedad mexicana, toda vez que el crecimiento económico pendular del país ha sido muy deficiente en la creación de mecanismos de redistribución de la riqueza, y ha generado contrastes sociales muy marcados entre el campo,  las ciudades y al interior de las propias ciudades, donde se concentra la población nacional de mayor pobreza. Claro, este modelo nacional se integró al modelo internacional, pero sin realizar ningún ajuste interno para adaptarlo y hacerlo más funcional, esto llevo a México a desfasarse del ritmo de productividad y competitividad global, y por tanto a la pérdida de potencial productivo interno y de espacios comerciales que tuvo durante el periodo conocido como el “Milagro Mexicano”.

El modelo económico de corte neoliberal es un modelo de perfil eminentemente empresarial internacional, manejado por gobiernos y organismos de gran influencia mundial que representan a los grandes capitales multinacionales, mismos que no cesan en su afán de impulsar mecanismos de crecimiento y liberación del mercado, una política de aliento desmedido a la generación y concentración de riqueza, que a su vez está generando efectos sociales graves que difícilmente se pueden resolver por la vía política, pues por una parte, es evidente que el capital multinacional hace que no ven ni escuchan problemas mundiales muy delicados como: el acelerado crecimiento poblacional de los países pobres, y la transferencia demográfica que estos realizan a los países desarrollados mediante inhumanos movimientos migratorios.

Desde hace décadas el crecimiento demográfico empezó a rebasar las posibilidades que tienen las economías y los gobiernos para dotar de educación, salud, empleo, seguridad jurídica y pública a los ciudadanos, problema que se observa tanto en los países pobres como en los países ricos, basta ver el caso mexicano; casi el sesenta por ciento de la población vive en pobreza, y de estos, el cuarenta por ciento en pobreza extrema, una población con problemas de alimentación, de nutrición y carente de formación técnica para incorporarse a una actividad productiva, el aparato productivo formal ya no puede otorgar empleo a la gran cantidad de personas que lo demandan, un problema que desde hace décadas esta propiciando el crecimiento acelerado de la economía informal, y el surgimiento de una potente “economía de la ilegalidad” generada por la delincuencia organizada, fenómeno indudablemente derivado del excedente de hombres y mujeres de todas las edades, que no encuentran un empleo formal en el aparato productivo, una situación que está obligando a los estados a luchar contra un fenómeno que debemos considerar intrínseco al modelo de producción de corte neoliberal.

La lucha del Estado contra la “economía de la ilegalidad” se ve más que imposible de ganar por parte de los gobiernos, el inmenso gasto en seguridad pública es mayor cada año y no garantiza la disminución de la “economía de la ilegalidad”, que a decir verdad, es una consecuencia del modelo económico global, de tal suerte que debemos considerarlo como un “submodelo económico”, que se desarrolla con un comportamiento similar basado en la oferta y la demanda, en el uso de tecnología e innovación, el submodelo “económico de la ilegalidad” organizado empresarialmente, se desarrolla de forma idéntica a la economía formal en sus objetivos de alcanzar los mismos estándares de generación y concentración de riqueza. Es importante señalar que la opinión pública no conoce qué porcentaje de la población mundial vive de la “economía de la ilegalidad” y de la guerra, por lo que observamos a simple vista y debemos considerar, son decenas de millones de personas insertas de manera directa e indirecta, esta economía también goza de los mejores científicos, técnicos e intelectuales que produce el sistema educativo mundial: agrónomos, químicos; tecnológicos; ingenieros de todo tipo; financieros, analistas políticos, etc.

Por otra parte, el propio modelo económico global no deja de alentar en la población mundial, estilos de vida basados en el consumo masivo de todo tipo de objetos que alimentan la vanidad y efímera moda personal, pareciera que la consigna de las empresas multinacionales es “que la población crezca sin límite para que el mercado crezca”, y estas marcas mundiales puedan vender más y más, no importa si el dinero con el que compran sus productos es de procedencia lícita o ilícita, si es dinero producto del esfuerzo o está manchado de sangre, si procede de actividades sustentables o de actividades devastadoras del medio ambiente, los dueños de los capitales multinacionales no repararan en cuestiones éticas, ni en moderar su sed de acumulación de riqueza.

Precisamente con este afán de acumulación de riqueza, los dueños de los capitales mundiales continúan su lucha por acrecentar y liberalizar más los mercados, para que el dinero tenga las facilidades necesarias de moverse cómodamente por todo el mundo en busca de mayores riquezas, por ello, casi al finalizar el siglo pasado, en 1994 se reunieron en Uruguay los jefes de Estado de los países más desarrollados, y durante sus deliberaciones para hacer un diagnóstico consensuado del comercio mundial, decidieron que el GATT era una magnifica pero insuficiente herramienta para expandir las fronteras comerciales, por lo que consideraron necesario crear una nueva institución internacional, dotada de mayores elementos jurídicos para desregular y flexibilizar más el manejo del mercado mundial, de esta forma en esa reunión se propone la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La diferencia entre el GATT y la OMC radica en que el primero fue un acuerdo general de política económica arancelaria, para la apertura de los mercados al libre comercio, acuerdo basado en la rúbrica de una Carta de Intención de muy bajo perfil jurídico internacional, es decir, un instrumento de cumplimiento casi voluntario por parte de los países integrantes, mientras que la OMC promueve la firma de instrumentos jurídicos como: convenios y contratos basados en el derecho internacional, documentos diseñados jurídicamente en función de necesidades muy específicas de las potencias empresariales, instrumentos firmados por las partes comprometidas para brindarse mutua certeza jurídica.

La Organización Mundial de Comercio aglutina a la mayoría de los países adheridos originalmente al GATT, y los adheridos con posterioridad a la propia OMC. Ambas instituciones han respondido positivamente al interés de sus creadores, el de impulsar un sistema comercial mundial fuerte y próspero para ellos, que les ha permitido lograr un crecimiento sin precedente, pues para el año 2000 el intercambio comercial mundial creció 22 por ciento respecto al registrado en 1950, crecimiento en el que el GATT y la OMC han jugando un papel muy importante.

Al respecto tenemos que observar que, si bien es cierto que el comercio mundial ha crecido, también debemos señalar que los mayormente beneficiados han sido los capitales de los países más productivos y competitivos, ya que mediante diferentes formas de asociación y marcas, se han venido adueñando de gran parte del mercado mundial, esto entraña reconocer que ante la avasalladora mundialización del modelo económico impuesto por los capitales más poderosos, la solución para los capitales de los países menos influyentes y menos competitivos, no consiste en restablecer antiguas o nuevas barreras al comercio global, esto los llevaría a un aislamiento económico que terminaría en la quiebra de su esquema de producción económica y de mejoramiento social. Probablemente parte de la solución radica en organizarse para fortalecer más su figura de estados, participar organizados con mayor fuerza política en los propios organismos internacionales, y tratar de establecer modificaciones normativas que hagan más equitativas las reglas del intercambio comercial mundial,  aprovechando todo su potencial en la identificación de áreas de oportunidad, donde puedan producir competitivamente con otras economías en beneficio del mejoramiento económico y social de sus poblaciones, desafortunadamente la organización de estos se ve muy lejana.

Internamente, los países menos competitivos deben fortalecer su figura rectora de estados, para propiciar una cuidadosa reducción de sus tasas de crecimiento demográfico, sin violentar los derechos humanos y de género, es decir, mediante el uso razonado de mecanismos educativos y culturales  bien diseñados, e invertir más y mejor en educación, salud, ciencia, tecnología, formación de emprendedores e infraestructura productiva.

Como sabemos, desde hace varios años México tiene una de las economías con mayor apertura económica, pertenece al GATT; a la OMC; en el 2001 se adhirió al “Programa de DOHA[1]” (creado para dar mayor certidumbre jurídica a las perspectivas comerciales de los países miembros de la OMC); es  pieza fundamental en el Tratado de Libre Comercio con Norteamérica; en el año 2000 firmó un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, además de una muy conocida lista de acuerdos y tratados firmados con otros países del mundo. Pero la “fe” en la apertura de la economía nacional no termina con los protocolos ya firmados, los gobiernos mexicanos continúan impulsando una gran actividad aperturista; no es casual que un mexicano, José Ángel Gurría, ex-Secretario de Hacienda de México sea el titular de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE); que el ex-Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, sea un importante consejero de la Organización Mundial de Comercio; que el titular del Banco de México Agustín Carstens, sea miembro del Consejo Directivo del Grupo Consultivo Regional para las Américas del Consejo de Estabilidad Financiera; y que otro ex-Secretario de Hacienda Juan Antonio Meade, sea el actual Secretario de Relaciones Exteriores de México.

Todos ellos juegan un papel fundamental en la apertura de la economía mexicana, y en tratar de hacer que México sea para los países latinoamericanos, el ejemplo a seguir en materia de crecimiento económico y bienestar social basado en la apertura comercial, cosa que se ve muy lejana si no se incrementa la productividad económica y se contiene el crecimiento poblacional nacional, al que ahora se suman importantes dígitos y problemas sociales, derivados de las corrientes migratorias de centro y Sudamérica.

Mientras tanto, como parte del TLC de Norteamérica, México ve con muchas posibilidades su participación en el acuerdo de libre comercio que negocian los Estados Unidos con Europa, a través de la llamada Asociación Trasatlántica de Comercio e Inversión, esta posibilidad de que México sea parte fundador de la asociación es muy importante para los capitales multinacionales europeos, toda vez que buscan acercarse al mercado estadounidense pero no son muy proclives a instalarse en el territorio norteamericano, siempre han preferido el territorio mexicano por la nobleza de su legislación ambiental y laboral, además del importante número de incentivos que ofrecemos a la inversión externa como: la dotación de tierra, agua, infraestructura, capacitación de mano de obra, exención de contribuciones fiscales, entre otros, lo que sin duda representa para ellos mejores condiciones de competitividad, además, los europeos están viendo grandes oportunidades de inversión en México, concretamente en dos áreas: la industria automotriz y producción de energía como la petroquímica y la electricidad.

En la ruta aperturista de México, también tenemos que mencionar los acercamientos que el gobierno mexicano está teniendo con los países miembros del Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP), valorando de manera especial el interés que tiene China por invertir en Centro y Sudamérica, interés que México trata de aprovechar por una parte, para beneficiarse de la relación comercial que tiene con el país asiático, y obtener beneficios de esta tendencia mediante la atracción de inversiones chinas, y por otra parte, tratando de aumentar y diversificar sus exportaciones hacía ese país, pues por ahora, las ventas mexicanas a China son menores y se concentran en muy pocos productos, principalmente en el tequila y carne de cerdo. De estos afanes aperturistas dan cuenta las visitas recíprocas realizadas en el 2013, entre el Presidente chino X. Jinping y el Presidente Enrique Peña Nieto, cuyo tema principal de conversaciones fue la posibilidad de que los capitales chinos vean con interés al sector energético mexicano, una oportunidad de expansión surgida de la Reforma Energética realizada por México en el 2013 y 2014.

Pero además, fue una propuesta de campaña de Enrique Peña Nieto, liderar los esfuerzos de integración comercial de México con Centro y Sudamérica mediante la Alianza del Pacífico, un acuerdo planteado desde hace varios años principalmente por México, Colombia, Chile y Perú, donde los Estados Unidos y Canadá permanecen como países observadores y primeros interesados en que este acuerdo llegue a firmarse.

En síntesis los acuerdos en ciernes y el interés europeo y chino por acercarse al mercado más importante del mundo integrado por Canadá, Estados Unidos de Norteamérica y México, puede ser bien capitalizado por México como un camino parcial en busca del crecimiento económico y la creación de empleos para la población, pues esos países ven en México una importante oportunidad en el desarrollo de: producción de energía limpia; extracción de hidrocarburos y en la industria automotriz.

Por acuerdos México no para, tiene toda una baraja de posibilidades, sin embargo, el gobierno mexicano no debe pensar en ser ejemplo de apertura con el único propósito de ser tierra fértil para la inversión rentable de capitales de las potencias economicas, tiene que fortalecer su sector productivo nacional desde la producción de materias primas y alimentos, así como su micro y mediana empresa. Aprovechar su apertura y las reformas recientemente realizadas para reestructurar su modelo económico interno, haciendo más y mejores negocios con el mundo, pues del 2010 al 2012 las exportaciones a Europa se incrementaron de 14.4 a 21.8 mil millones de dólares, y si bien para principios del 2014 disminuyeron a 19.8 mil millones de dólares, la tendencia apunta más al crecimiento que a la reducción, y una estrategia importante para mejorar el crecimiento y la diversificación del importe anual de los negocios, está basada en cuatro puntos que a mi juicio son centrales:


UNO. Hacer más productivo el sector primario, como fuente abastecedora de materias primas y alimentos, mediante un proceso sostenido de capitalización y modernización de las unidades productivas existentes, crear más empresas agropecuarias rentables, e ingresar a la etapa de conformación de agroparques, clústers, y otras formas asociativas empresariales para ofrecer al mercado nacional y externo, una importante gama de alimentos nacionales industrializados, avanzando en la sustitución de importaciones de bienes de consumo inmediato y de materias primas.

DOS. Impulsar una estrategia para el fortalecimiento  de la clase media urbana y rural, mediante el mejoramiento de la productividad y competitividad, que impulsen el poder adquisitivo y la calidad de vida, incentivando el consumo sin endeudamiento bancario para propiciar un ciclo económico sólido, estable y duradero.

TRES. Invertir más y mejor en educación, salud, ciencia, tecnología e infraestructura productiva.

CUATRO. Implementar políticas públicas educativas y culturales, con pleno respeto a los derechos humanos y a la equidad de género, para reducir el índice de crecimiento poblacional.
Estos cuatro pasos esenciales, que no son los únicos, son los que pueden darle sentido al hecho de que México tenga una de las economías más abiertas al libre comercio mundial, sobre todo, ahora que entre finales del 2013 y el 2014, se están consolidando las reformas jurídicas transformadoras que le darán mayor flexibilidad a la economía nacional,  reformas que oxigenan el potencial productivo del país generando la revitalización de su ciclo económico, en busca del crecimiento y el mejoramiento social de la mayoría de su población.

Agosto 2014



[1] En noviembre del 2001, en Doha, Qatar, se celebro la cuarta conferencia ministerial de la OMS, de donde surgió una declaración conjunta planteando la necesidad urgente de Reformar el Sistema Internacional de Comercio.

lunes, 21 de abril de 2014

MÉXICO: EL REGRESO AL CRECIMIENTO Y DESARROLLO SOSTENIDOS

La elección federal de 2012 se desarrolló en medio de un ciclo económico agotado y políticamente reprobado por la sociedad mexicana, doce años de alternancia en el poder no fueron suficientes para realizar los ajustes macroeconómicos necesarios, para reactivar la economía nacional y mejorar las condiciones de vida de la sociedad, por el contrario, a la crisis económica se agregaron otros elementos como el incremento de la incertidumbre sobre el futuro del sector productivo, un lamentable problema de delincuencia organizada e inseguridad pública en calles de ciudades y poblaciones de gran parte del territorio nacional.

Por decisión popular, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y su candidato Enrique Peña Nieto, regresaron al poder político. Lo hicieron con un mandato social muy claro: corregir a la brevedad posible los problemas de la economía nacional. Unos meses después, en el 2013 el planteamiento del presidente recién electo también fue muy preciso, realizar un conjunto de reformas legislativas transformadoras para “Mover a México”, impulsar la renovación del ciclo económico y colocar la economía nacional en la vía del crecimiento económico y el mejoramiento del bienestar social.

El planteamiento de las reformas transformadoras recibió distintas opiniones de la clase política, de organizaciones sociales y de las cúpulas económicas. Para algunos fueron motivo de desconcierto y escepticismo, en otros generó desconfianza y en otros resistencia definitiva al cambio, sin embargo, el Presidente de México, respaldado en las cámaras y en los sectores sociales por su partido, tenía que enfrentar esta situación con determinación pero también con apertura; y en el marco de un acuerdo de diálogo entre las distintas fuerzas políticas denominado “Pacto por México”, se priorizaron las reformas y se acordó una agenda para llevarlas a cabo: la reforma educativa, la de telecomunicaciones, la de competencia económica, la financiera, la energética, la hacendaria y la política, entre las de mayor importancia, y que en conjunto permiten impulsar en el corto y mediano plazos, importantes adecuaciones al modelo económico nacional, haciéndolo más eficaz respecto a la satisfacción de las necesidades sociales internas, y más productivo y congruente con el funcionamiento de la economía competitiva global.

2013 fue un año de contrastantes expresiones políticas internas,  por un lado la discusión de las reformas en las cámaras legislativas y, por el otro, los movimientos de grupos sociales vinculados con la izquierda, que se fueron expresando de la protesta a la resistencia, y de la resistencia a la intolerancia. En las principales ciudades del país y en la capital de la República se mezclaban las inciertas protestas de la izquierda mexicana, con las maniobras y ataques orquestados por organizaciones desestabilizadoras, parecía que el Estado perdería el control en cualquier momento.

Sin embargo, muchos más mexicanos con su prudencia, paciencia y tolerancia, sostuvieron su decisión electoral y apoyaron al Presidente de la República, una actitud social importante que, no obstante, no encontraba respaldo inmediato en la gestión pública gubernamental, pues en ese mismo año, el gobierno federal contrajo el gasto y la inversión pública.

Fue un sacrificio muy fuerte para la sociedad, aunque esto también evitó que se continuara con el dispendio de recursos en programas y políticas públicas anacrónicas que lejos de resolver los problemas, profundizaban el deterioro económico y social del país, fortaleciendo los vicios y las expresiones de corrupción institucionalizada, que no permitía mejorar las expectativas de crecimiento y bienestar social.

Para inicios de 2014, el “Pacto por México” había cumplido su misión dando gobernabilidad a las cámaras legislativas, a los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, todas las reformas fueron aprobadas y la guerra contra el crimen organizado se transformó en actos de autoridad dentro del marco del estado de derecho, la captura de decenas de líderes de organizaciones criminales empezó a devolver la confianza de la sociedad en el estado mexicano, y de manera particular en las instituciones y el Presidente Enrique Peña Nieto.

Para finales de marzo de este mismo año lo que parecía más crítico ya estaba pasando, los actos de autoridad sobre las resistencias empezaron a pacificar al país, y las reformas transformadoras empezaron a cambiar los rostros de incertidumbre en semblantes de buenas expectativas.

Quienes más pronto empezaron a reaccionar y mostrar mejor actitud fueron los inversionistas extranjeros, los más atentos al acontecer diario, los más y mejor informados, muchos de ellos empezaron a voltear la mirada hacia México viendo con optimismo el futuro de nuestro país, y por supuesto que hay elementos para pensar que las reformas transformadoras son las correctas y que, sin duda, vendrán tiempos mejores:

·      La deuda externa que por décadas se nos dijo que sería impagable, ahora tiene un peso relativo sobre las finanzas públicas.

·      La capacidad de pago del país ya no representa un fuerte contrapeso para el crecimiento del producto interno bruto.

·      Las reformas transformadoras aprobadas empezaron a producir los primeros resultados, generando consenso favorable entre las instituciones económicas internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco Mundial (BM), así como entre inversionistas y jefes de estado de las economías más desarrolladas, entre otras voces, que se fueron pronunciando a favor del nuevo rumbo que tomaba la economía mexicana.

·      Las calificadoras Moody´s, Fitch Ratings, Standard and Poor´s y otras, mejoraron la calificación crediticia del país, pasando de A a A+, es decir, un país con solvencia para responder a sus compromisos crediticios.

Hoy muchos analistas económicos y financieros expresan que de los llamados países emergentes, al menos dentro del conjunto de naciones latinoamericanas, Chile y México destacan por sus expectativas de estabilidad política y crecimiento económico, existe consenso fundado de que en 2014 estos países crecerán moderada pero consistente y sostenidamente. No se vislumbran acontecimientos económicos que alteren la planeación en el corto plazo.

Una buena señal de que las medidas tomadas en nuestro país son adecuadas, y de que hay confianza nacional e internacional en la conducción de nuestra economía es, sin duda, el arribo paulatino de los llamados “capitales golondrinos” a nuestro país, sí, aquellos capitales especulativos que van por todo el mundo, de país en país, buscando las mejores tasas de rendimiento en papel moneda, capitales que se mueven de la cuenca del pacífico a Europa, los Estados Unidos y otros países que consideran como los más rentables, de los cuales para el primer trimestre de este año, la banca mexicana registró de manera somera en una entrada del orden de 1.5 billones de pesos, cuando en todo el 2013 apenas sobrepasaron los 300 mil millones de pesos.

Claro, cuando en una economía las cosas se ven bien, estos capitales son los primeros en llegar y, por el contrario, cuando las cosas ya no se valoran con las mismas expectativas de utilidad económica, también son los primeros en salir. Por ahora son una buena señal para la economía mexicana y, por tanto, para los mexicanos.

La mala noticia para esos capitales rentistas que buscan ganancias sin esfuerzo empresarial, es que a mediados de febrero el Banco de México decretó una reducción de las tasas de interés interbancario y demás instrumentos de renta fija y variable, esto modera un poco sus expectativas de venir a engordar y retirarse. Esta medida monetaria tampoco gustó a muchos del sector bancario nacional que venía prestando al sector productivo y social poco pero muy caro, situación completamente desfavorable para empresarios y nuevos emprendedores, ya que el costo del dinero ha mantenido estacionada la economía nacional, urgida de inversiones para la expansión económica y la creación de nuevas fuentes de empleo.

Lo bueno de la medida del Banco de México, es que los ahorradores en bancos, al ver reducidas sus utilidades, tendrán que migrar de la comodidad bancaria rentista al sector productivo en busca de mejores tasas de rendimiento, así la banca privada volverá a jugar el papel social que  históricamente el sistema económico le tiene asignado, como fuente de retroalimentación financiera para el sector productivo nacional.

Ahora bien, una palanca complementaria muy importante para el fortalecimiento de la economía nacional y su crecimiento, es la reforma financiera, que justamente y en buena medida,  se refiere a la reestructuración de la banca del sector público o social, cuya misión es canalizar recursos económicos de manera efectiva, suficiente y a bajo costo al sector productivo, una medida por demás plausible que seguramente se convertirá en el corto plazo, en un pilar fundamental para el crecimiento económico y el desarrollo social del país.


En síntesis, después de un convulsionado 2013 y con las reformas transformadoras aprobadas y en marcha, el 2014 se ve con mayor optimismo, pero México no debe aflojar el paso y continuar haciendo un esfuerzo sostenido en: impulsar con mayor determinación la formación de emprendedores, de mejor capital humano, asignarle mayores recursos al sector científico y tecnológico, apoyar con programas y recursos a la micro, pequeña y mediana empresa, mayor transparencia en el gasto y la inversión pública, intensificar el combate a la corrupción e impunidad, y no bajar la guardia en el combate a la inseguridad y la delincuencia organizada.

jueves, 3 de abril de 2014

TOUR-REINO UNIDO


Día 1: DARTFORD

 

¿Dónde está ese lugar de Inglaterra?, ¿Qué importancia tiene que no figura en el mapa de ciudades importantes y ni por equivocación es recomendado por los ingleses?

 

Solamente nosotros teníamos interés en conocer ese lugar, un santuario olvidado hasta por sus hijos más connotados. La manera más fácil de llegar es como se viaja comúnmente en toda Inglaterra, Así que tomamos el metro que nos trasladaría a la estación de London Charing Cross, donde abordaríamos el tren con destino a Dartford.

 

Salimos de Londres con un cielo nublado pero con temperatura agradable, muy animados fuimos contando las estaciones de tren hasta perder la cuenta, más de diez en un corredor de parques industriales, que dicen con el tiempo se han ido poblando y de ahí la necesidad de tantas estaciones en el trayecto. Por fin el altavoz del tren anunció la estación, una voz varonil muy clara sentenció “the next station: Dartford”, la emoción se convirtió en júbilo y curiosidad, que no me correspondía pero visiblemente fui el más feliz de la embajada de mexicanos, en esa tierra sagrada para los millones de seguidores en el mundo de la música rock.

 

Salimos de la estación y nos hicimos al camino tan resueltos como los que van a recibir una herencia, avanzamos por calles y calles llenas de pequeños comercios de todo tipo: bares, restaurantes que dan vida a una  ciudad de unos cincuenta o sesenta mil habitantes, que a leguas se observa no les interesa otra cosa más que trabajar y resolver sus problemas del día a día, una actitud muy de los ingleses, pero tuve la impresión de que allí la indiferencia a saber lo que sucede en el entorno era mayor.

 

Continuamos caminando por calles y calles en un ciudad industrial que se extendía sin límite, por la salida de escolares de todos niveles estimé que pasaría de las trece horas, el sol quemante –y el único que vimos en Inglaterra- nos daba de frente y nos tostaba el rostro, seguíamos caminando como los mexicanos devotos que año con año van el doce de diciembre a La Villita a visitar a la Virgen María de Guadalupe.

 

Al fin llegamos a la calle Shepherds Lane, buscamos el número DA12JZ como quien busca un tesoro perdido, de pronto ahí estaba el número que identificaba la casa donde se encuentra el Centro Mick Jagger, sí, nada más y nada menos que un edificio que lleva el nombre del vocalista de los Rolling  Stones, un inmueble más o menos grande en cuya fachada luce un banner con la fotografía del carismático cantante, un sitio auspiciado por el artista en el que los niños de la ciudad pueden ir a estudiar música, danza, pintura y no sé cuántas cosas más.

 

Pude atestiguar la salida de unos niños de al menos diez años, cargando sus guitarras acústicas en sus respectivos estuches, tomamos fotografías y continuamos el viaje, aquello era sólo un preludio de lo que veríamos más adelante.

 

Volvimos a caminar apresuradamente, no habíamos comido, el sol quemaba como nunca y la tarde empezaba a dar muestras de proximidad en un país donde aun en el inicio del verano la tarde cae casi por sorpresa, por fin llegamos a la segunda calle, una de las dos más demandadas por nuestra curiosidad Castilian Road, buscamos el número 33 y ahí estaba la casa estilo muy inglés, donde nació y vivió su infancia y tierna juventud Keith Richards, el guitarrista principal de los Rolling Stones, casi me arrodillo frente a ella, la mire con devoción buscando detalles en la fachada, algo sagrado para urdir una anécdota fantasiosa, nos percatamos que la ventana del piso superior por alguna razón había sido tapada, eso no da para un poema pero bueno, lo registramos.

 

Supimos de la casa por los datos que refieren las biografías de los Rock Stars, la gente del pueblo lo sabe pero es un hecho tan cotidiano que no le dan la menor importancia, tampoco supimos de quién es hoy día, lo que vimos fue una tienda de regalos, artículos para decoración, plantas y artículos para el hogar, una especie de bazar con todo lo necesario para el trabajo doméstico cotidiano y ya.

 

Cuidadosamente, para no alterar la tranquilidad del pueblo, tomamos con la mayor discreción posible algunas fotografías y nos retiramos del lugar para no incomodar a los propietarios o vecinos.

 

Volvimos a tomar la calle Castilian Road, avanzando por una cuesta en busca de nuestro siguiente domicilio, a cinco o seis calles el número 39, la pequeña pero muy bonita casa donde nació y vivió Mick Jagger, sí el vocalista de los Rolling Stones, un inmueble ubicado en lo que seguramente hace por lo menos setenta años fue un fraccionamiento de clase media acomodada, el inmueble muy bien conservado, lo mismo pudimos apreciar en todos los demás, un lugar pequeño pero agradable, de buen nivel aún en nuestros días para cualquier inglés y ciudadano del mundo.

 

Frente a la casa estacionado un vehículo y sentado frente al volante un hombre maduro, el vehículo tenía el motor encendido para mantener el aire acondicionado, lo miramos y nos miró de reojo, inmutable, más con cara de enfado que con muestras de gentileza, como diciendo otros locos devotos de aquel desquiciado. Sin embargo con hospitalidad o sin ella, con cautela y discreción pero a lo que íbamos, tomamos sólo las fotografías necesarias frente a la casa y procedimos a retirarnos con la alegría de la misión cumplida.

 

Pero aún faltaba el eslabón perdido, así es que, nuevamente aún con el sol a cuestas y los pies cansados de tanto golpear el asfalto caliente, volvimos a emprender el recorrido, cuatro o cinco calles pueblo abajo estaba la escuela primaria donde coincidieron y se conocieron Mick y Keith, no podría decir que ahí estudiaron, pero de seguro algo aprendieron como para tener el valor de fundar la compañía musical más grande y longeva que ha conocido y conocerá el movimiento cultural musical dominante del siglo XX, el Rock and Roll en su vertiente Heavy Metal.

 

 

Día 2, Cambridge

A las 07:30 horas bajamos a desayunar, la mesa estaba servida con el menú de siempre: frijoles dulces, salchicha frita, huevos cocidos, cereal con leche, pan tostado, jugo de manzana, café o te, pan con mantequilla y mermelada. Un austero desayuno europeo.

 

A las 08:30 horas salimos del hotel, el día era muy frio y con llovizna, típico día en Londres.

 

Nos encaminamos a tomar el metro para ir a la estación del tren, la mejor manera y la más barata de viajar en Inglaterra.

 

Ya en nuestro respectivo vagón y  asientos nos guarecimos en las ropas mientras el tren iniciaba el recorrido, los vidrios de las ventanas y los helados fierros no tardaron en empañarse con el calor humano.

 

Por ahí de la 11:00 horas llegamos a la estación de Cambridge, el día continuaba escueto, arreció la pertinaz lluvia y un viento helado casi hacia papalotear un gran paraguas que había comprado el día anterior en la tienda de souvenirs del Castillo de Warwyk.

 

Caminamos a la estación del autobús que nos conduciría al centro de Cambridge, aguardamos en la parada y en menos de diez minutos que se nos hicieron eternos, llegó el camioncito rojo de doble piso, lo abordamos, fuimos a la parte superior frotándonos las manos y buscando el rincón más hospitalario, de verdad el frío era espantoso, al paso del autobús alguien comentó muy animado: “ahí venden unas quesadillas bien buenas”, ¡vamos! exclamamos los demás.

 

A pocos minutos llegamos a nuestro destino, el centro de la ciudad, la lluvia no amainaba y nuestra misión era hacer un recorrido por lo más importante de la ciudad, no obstante, dado el magro desayuno del hotel descendimos del autobús y como toros mansos volteamos contrario y nos dirigimos al MANNA MEXICO, que así se llama el restaurante de las muy recomendadas quesadillas.

 

Al ingresar un paisano joven, bajito, alegre y platicador nos dio la bienvenida, ¿de dónde son? nos preguntó, de Puebla contestamos, ah que bien, yo soy de Guanajuato, aclaró de inmediato, siéntense, en diez minutos estamos listos para iniciar el almuerzo con comida mexicana, de inmediato nos sugirió: “taquitos de cerdo marinado con queso”, que quién sabe dónde diablos comen eso en México; “tacos de tinga, mole poblano con pollo, burritos y tortas cubanas”, entre otras exóticas viandas.

 

Estábamos en la comida cuando amablemente se acercó a nosotros y con un estilo muy del bajío mexicano nos dijo: si vienen a conocer Cambridge llévense esta revista, aquí están marcados los 31 colegios que hay para que los vayan a visitar, es lo más importante de aquí.

 

Claro, ese era el objetivo de nuestro viaje, conocer los colegios, pero después nos enteramos que la universidad de Cambridge que en el 2011 fue la número uno en el ranking de las mejores universidades europeas, no tiene 31 sino 35 colegios de ciencias exactas.

 

Sin embargo el muchacho no reparó en comentarios y mostrando el mapa de la revista señaló con mucha seguridad, “aquí está el puente que construyó Newton, y por aquí estaba el árbol donde le cayó la manzana en la cabeza, ah, y en estos campitos se inventaron las reglas del fútbol”, un desparpajo de información pero un estilo muy pintoresco que amenizó muy rico el abundante almuerzo cuasi mexicano.

 

Salimos del MANNA MEXICO e iniciamos el recorrido bajo la lluvia, empezamos a visitar los colegios alternando con las abundantes tiendas de recuerdos, fuimos yendo de uno en uno hasta que llegamos a mi objetivo, el King's Colegio, la escuela donde impartió clases el célebre economista Alfred Marshall y donde estudió John Maynard Keynes,  el padre del neoliberalismo, ahí frente a la entrada principal tomamos unas fotografías con un teléfono celular, misión cumplida para mí, no obstante continuamos caminando y viendo colegios, todos con su escudo de armas sobre el portón principal, los más antiguos fueron conventos o monasterios del siglo XII y posteriores.

 

La verdad es una ciudad muy bonita, el primer  colegio se inauguró en el 1200, y de ahí sucesivamente. Iniciaron como abadías de distintas órdenes religiosas, hoy son producto del liberalismo de la reina Victoria, que los convirtió en colegios particulares de ciencias exactas.

 

El recorrido fue de cuando menos cinco a seis horas viendo las fachadas y escudos de armas, patios, librerías y bibliotecas de los colegios, puro sabor medieval, grandes edificios, grandes bibliotecas, grandes y monásticos corredores, grandes y edénicos jardines con banquitas de madera para la lectura de los estudiantes.

 

La verdad un regio sabor universitario, un ambiente muy académico, aún en las calles se respira el elitismo y la densidad del pensamiento científico  antiparadigmático, tuvimos una muy grata impresión, es una ciudad del conocimiento universal más avanzado.

 

En algunos colegios ofrecían recorridos guiados por tan sólo 15 libras por cada colegio que se visitara, algo así como 330 pesos mexicanos por persona, y como éramos cuatro y solo uno el que pagaba, decidimos democráticamente que verlos por cuenta propia sería suficiente para empaparnos de aquel ambiente universitario.

 

Cuando hubimos agotado nuestra curiosidad de conocer la cautivadora atmósfera de la ciudad construida en torno a los servicios universitarios, emprendimos nuestro regreso en el camioncito rojo de doble piso, llegamos a la estación del tren, que al llegar pareciera que nos esperaba en la plataforma de salida para regresar a Londres, a preparar maletas para salir temprano al aeropuerto.

 

Día 3

Cuatro y media de la mañana, sonó el despertador y a bañarse, después, como soldaditos, maleta en mano marchamos de uno en uno, el frío de la mañana se encargó de quitarnos la pereza y las ganas de dormir, nuestro destino era Edimburgo, capital de Escocia de la que se cuentan innumerables leyendas de terror y espanto.

 

Como decía, maleta en mano tomamos el metro en la estación de Paddington rumbo a la estación de trenes foráneos “Victoria”,  de donde salió el tren que nos llevaría al aeropuerto Gatwick de Londres, llegamos holgados de tiempo, pasamos la revisión de nuestros boletos y abordamos en el vagón número tres, soportamos veinte hélidos minutos y llegamos a la estación.

 

Ya en el aeropuerto apresuramos el paso para tomar un camión que nos llevaría a la terminal norte del aeropuerto, cubrimos el recorrido y acudimos a la fila de revisión de los documentos de viaje, toda una aventura, porque si los ingleses parece que exageran en precauciones de seguridad, los escoceses van al extremo y no dejan bolsillo por pequeño o discreto que sea sin revisar.

 

En medio de una y otra aduana los empleados del aeropuerto con disciplina miliciana nos revisaron todo, mochilas, chamarras, zapatos, todo y a todos, propios y extraños sufrimos las mismas pruebas de confianza, al final abordamos un avión muy cómodo, de unos 180 pasajeros, para un recorrido de entre 35 ó 40 minutos máximo y tocamos tierra escocesa.

 

Al salir de la terminal aérea fuimos recibidos por una cerrada llovizna y el viento hélido del norte de la Gran Bretaña, buscamos nuestro camioncito rojo de doble piso, pagamos el pasaje y abordamos rumbo al centro de la ciudad, el trayecto fue muy emotivo, la calefacción del camión panorámico dibujó sonrisas en cada uno mientras festinábamos ver el paisaje urbano, techos y jardines nevados, qué bonito ojala así fuera todo el día, pero el gusto no duró más de 20 minutos y tuvimos que bajar del camión a enfrentar las agrestes condiciones climáticas.

 

Sin embargo, conscientes de que el turista tiene que ser sufrido, como dicen en mi tierra, mochilas por delante nos hicimos a la calle, buscando un lugar de comida típica para desayunar y tomar algo, al poco andar lo encontramos, comimos y conversamos tomando café y chocolate caliente.

 

Al salir el clima había empeorado, el ambiente que envolvía la ciudad era de ventisca polar, sin embargo, no arriamos banderas, me compré un impermeable en la primera tienda que encontré, los demás paraguas en mano y capucha de chamarra hasta las cejas, caminamos por la cuesta que conduce al castillo del reino, una fortaleza enorme erigida en el punto más alto de una colina.

 

Al paso encontramos dos maravillas objetivo del viaje a esa parte del Reino Unido, el primer monumento, la catedral de Edimburgo que recorrimos lentamente admirando su belleza, al tiempo que disfrutamos de un recital del coro de la Catedral, acompañado del órgano monumental que luce espléndido por lo bien conservado que está, nos sentamos un buen rato y respiramos aires culturales del Medievo.

 

Al término del recorrido en la Catedral y a muy pocos pasos de ahí, en mitad de la avenida más importante de Edimburgo, nada más y nada menos que la calle Royal Mile High Street que conduce al castillo, estaba ahí el segundo y colosal monumento, una estatua de bronce tamaño natural, sobre un pedestal de más de dos metros: la figura de Adam Smith, el padre de la ciencia económica liberal, originario de esas tierras, donde es orgullo nacional de un pueblo que no cree más que en el libre mercado, hice una reverencia obligada y dadas las condiciones del clima continuamos hacia el castillo.

 

Llegamos al patio central de la fortaleza, que como digo está situado en el punto más alto de la colina donde está construida la ciudad, a pesar de la cerrada llovizna la vista de Edimburgo es excelsa, una joya arquitectónica del Medievo, cuna del pensamiento liberal inglés y de las logias masónicas de los Escoceses en oposición a los Yorkinos de Inglaterra. Después de un primer reconocimiento de la ciudad corrimos al hotel para registrarnos y guarecernos un rato de la lluvia que nos agredía en serio.

 

Después de instalarnos y tomar unos minutos de descanso en la calidez de la habitación, me percaté que el cielo se había despejado y el pálido sol iluminaba el pétreo casco de la milenaria ciudad, todo mundo de pie y a la calle, iniciamos el recorrido y tomamos fotografías de aquí y de allá, fuimos al mirador de la ciudad y desde otro ángulo vimos el mar del norte, y volvimos a disfrutar de la ciudad iluminada por un pálido pero reconfortante solecito.

 

Al cabo de cuatro horas de recorrido pedestre y con la noche en ciernes a cuestas, buscamos dónde comer y tomar un par de cervezas antes de ir al hotel, un restaurante de comida rápida nos albergó, ordenamos la cena, la degustamos con mucha tranquilidad en medio de una conversación familiar muy agradable, antes de salir fui al baño y a mi paso encontré un muro con distintos carteles anunciando los espectáculos de los próximos días en la ciudad, me acerqué, desprendí uno de los “Holys”, el grupo inglés setentero que cantaba un himno que denominaron “He is my brother” y lo guardé entre mi chamarra. Cuando salimos del restaurante la ciudad ya estaba nuevamente bajo la lluvia, así, por ahí de las diez de la noche nos fuimos a la cama.

 

 

Día 4

Me levanté muy temprano, le eché un vistazo al clima y como no había muestras de mejora, volví a la cama, la mañana no ofrecía expectativas de buen tiempo, escribí unas notas en el apuntador electrónico, y más que resuelto me preparé para salir de una vez por todas a enfrentarme al clima.

 

Por primera vez fui el último del grupo en reunirme a la hora convenida la noche anterior, salimos a comprar los boletos para un recorrido guiado por la ciudad de Edimburgo, después a tomar café, chocolate y unos panecillos llamados “panques”, que para nosotros no son otra cosa que hot cakes con maple.

 

A las 11:10 de la mañana unas 30 personas reunidas, la mayoría eran españoles, luego argentinos y complementábamos el grupo cinco mexicanos, iniciamos el recorrido con un guía de Barcelona que resultó ser un gran animador. Cada monumento un relato más misterioso que histórico, pero de eso está llena la ciudad, de historias, de hechos y anécdotas, de aquí la versión de que la Universidad Nacional de Escocia fue la primera en el mundo en impartir la licenciatura en parapsicología.

 

Ahí nos enteramos de historias como la de Burck el asesino, Harrys el carnicero y  el doctor Knows, también conocido como el destripador. Las historia de las horcas públicas y de Maggie Dikson, la mujer ahorcada que resucitó al tercer día, George Mackensey el sangriento y otros personajes. Recorrimos callejones milenarios cual túneles del tiempo nos fueron llevando hacia el siglo tercero y posteriores: cementerios antiguos en los patios de las casas y las esquinas, la plaza de los escritores, la prisión de los pactantes, callejones y demás compusieron un recorrido muy interesante, todo ello mientras escuchábamos a los gaiteros con sus kilt, que así se llaman los trajes nacionales de la faldita a cuadros.

 

En síntesis una ciudad encantadora, con vestigios de cultura original de la tierra de los escot, descendientes de los antiguos irlandeses, cientos de leyendas de la vida pública durante el bajo y alto feudalismo, historias de brujas y hechiceras consideradas por la Iglesia Católica y la burguesía como prácticas paganas, que dieron lugar a innumerables ejecuciones en la horca pública, que llegaron a ser parte de la vida recreativa de la sociedad de la época feudal. Un sin fin de mitos y leyendas que envuelven a la ciudad.

 

Del recorrido pasamos a la comida, movidos por la curiosidad fuimos a comer a un restaurancito recomendado por el guía, pedimos “hagies” un embutido que combina vísceras de cerdo, cordero y pato, la comida tradicional escocesa. Eran más de las cuatro y nuestra última visita sería al Museo Nacional, un antiguo y majestuoso edificio que encierra una cantidad importante de vestigios culturales, testimonios del devenir histórico de la Scot-Land, la visita fue incompleta y apresurada pues nos anunciaron que el museo estaba a punto de cerrar.

 

Para las cinco de la tarde el frio y la lluvia volvieron a cubrir la ciudad, ya no había mucho que hacer, así que sacamos paraguas, capuchas e impermeables y a caminar en busca del camioncito rojo de doble piso que nos llevaría al aeropuerto, llegamos a los puestos de revisión de documentos, recorrimos el calvario de vejaciones y por fin la sala de espera que nos recibió con una mala noticia, por mal tiempo se habían cancelado algunos vuelos a Londres, de suerte que el nuestro únicamente estaba anunciado pero con dos horas de retraso, nos predispusimos a esperar sabiendo  que llegaríamos a Londres al filo de la media noche, sin embargo, una hora después la pantalla electrónica de la torre de control, informó que el avión tardaría una hora más, total que llegamos a las dos de la mañana al hotel de Londres, ni hablar, el viajero tiene que ser sufrido y saber que en cualquier momento le puede suceder esto o de plano quedarse en el camino.

 

 

Día 5

Aún fatigados por la noche anterior, nos levantamos a tomar el desayuno que se sirve en el hotel, nuevamente café, pan tostado, huevo cocido y otras minucias culinarias.

 

Salimos del hotel con un itinerario muy claro, así que fuimos a la estación de Paddington, tomamos el metro, transbordamos tres estaciones más allá hasta llegar a St John´s Wood (Bosque de San Juan), una especie de colonia de gente de dinero en cuyas casas altas, con jardines y grandes cocheras podían verse vehículos de marca como: Mercedes Benz, Porsche, Alfa Romeo, Aston Martin, Audi, Mini Cooper, entre otros.

 

Salimos de la estación y calles adelante empezamos a ver un singular movimiento de gente que iba y venía sin descanso y apresuradamente. Sí, esa era la esquina de la calle ABBEY ROAD, con sus líneas muy pintaditas y trilladas de ida y vuelta por un incesante flujo de turistas curiosos tomándose fotografías simulando la portada del disco de los Beatles, donde aparece el cuarteto caminando en filita mientras cruzaban la calle, a unos metros de esa esquina están los Estudios ABBEY ROAD, donde se grabó el disco del cuarteto de Liverpool.

 

Yo contaba con una fotocopia de la fotografía original, y pude percatarme que los curiosos van a la calle y toman las fotografías, pero ni idea si en la foto original avanzaban de tal a cual sentido, porque cruzan y toman sus fotografías sin saber que caminan en sentido contrario al recorrido que hicieron los Beatles en aquel histórico instante.

 

Familiarizados con el escenario y el movimiento de los curiosos, decidimos tomar la fotografía anhelada, fotografía que yo imaginaba en un marquito en el altar de los dioses del Rock, porque ha de saberse que al igual que la mariposa monarca tiene su santuario en los bosques michoacanos, los dioses del Rock también lo tienen en un lugar elevado de las montañas de la Sierra Norte Poblana, en el Ocotal Colorado, municipio de Aquixtla, Puebla, México.

 

Después de intentar por un poco más de una hora, resolvimos que era imposible tomar una fotografía digna, cuando había un intervalo en el flujo de vehículos todos salíamos disparados y en sentido opuesto tratando de hacer la toma ideal, el resultado era un amontonadero de gente que parecía más esquina de mercado que de locación para la foto del recuerdo familiar, y mientras más tiempo transcurría más visitantes en grupos llegaban cámara en mano, ideamos como plan volver el sábado a las ocho de la mañana, esperando que por ser día inhábil para los ingleses el movimiento fuera menor, así es que nos replegamos tácticamente del lugar, visitando uno que otro de los pequeños comercios que hay en la zona, dedicados a vender recuerdos para la beatlemanía y otros grupos monumentales del movimiento musical.

 

Nuestra siguiente actividad era visitar el Museo Nacional Británico, que de británico no tiene nada, pero así se llama. Cuando llegamos a él, después de nuestro respectivo viaje en el metro, vimos delante de nosotros una construcción colosal estilo romano, ocho enormes columnas sostienen el frontón principal del edificio, un portón enorme y un río de gente entre los que llegaban y los que salían.

 

Vimos el mapa interior, y seleccionamos diez o doce de las más de ochenta salas de exhibición permanente que tiene ese museo mundial, primero fuimos a la americana que no tiene más cosas que trajes de piel de búfalo o bisonte, lanzas, vasijas, pipas de la paz y otras prendas usadas por las tribus de indios que habitaron la costa oeste de los Estados Unidos de América, y que justamente los colonizadores bárbaros ingleses que llegaron a esas tierras se encargaron de aniquilar.

 

De ahí pasamos a la sala mexicana y encontramos un sinnúmero de piezas de las culturas: maya, olmeca, zapoteca y azteca, entre otras, códices en piedra, máscaras de jade, figuras de piedra y madera tallada, vasijas, figuras en oro y obsidiana, tantos y tan importantes símbolos y documentos, que lo primero que uno se pregunta es ¿y cómo llegaron aquí?, ¿por qué son propiedad de este museo si son patrimonio de los mexicanos?

 

Pero bueno, eso no es nada, se repone del coraje cuando llega uno a la sala de arte griego y  romano, pero lo que no tiene nombre es ver y ponderar el saqueo que los ingleses hicieron al pueblo Egipcio: momias, tumbas, ataúdes, joyas, piezas de alfarería, y más, mucho más, da pena ver esos testimonios fuera de su tierra.

 

Posteriormente visitamos la sala que denominan arte romano-inglés, que de inglés tampoco tiene nada, son piezas hechas al más puro estilo romano, algunas seguramente producto de los cuarenta años de invasión de los romanos a las tierras inglesas, y otras producto del saqueo que hicieron las empresas inglesas de la primera revolución industrial, cuando andaban en búsqueda de materias primas y mercados para sus productos industriales.

 

Total que el museo es una maravilla mundial, el acceso es gratuito, cada pieza extraordinariamente protegida, necesita unos cuatro o cinco días para recorrerlo y con una tienda de regalos enorme que vende una cantidad impresionante de recuerdos del museo y de Londres.

 

Día 6

 

Desperté muy temprano, escribí unas notas en el apuntador electrónico, cumplí con la rigurosa ducha, como dicen los españoles, acudí al desayuno de siempre, leí un poco y por ahí de las diez de la mañana decreté que era día libre para los integrantes del grupo, era el último día y todos pensaron en ir de compras para sí o los amigos, yo pensé en despedirme de la ciudad así que tomé mi libro y emprendí mi viaje por la ciudad.

 

Primero fui a Hyde Park que recorrí por la periferia observando edificios y la amplia lista de grandes monumentos conmemorativos, seis esculturas ecuestres o alusivas a caballos en menos de doscientos metros, el caballo tiene una gran presencia y aprecio en el Reino Unido, principalmente en Inglaterra.

 

De ahí tome la calle Constitución Hill, que inicia justamente en el Wellington Arch que recorre por un lado el Green Park, y por el otro la muralla que resguarda los jardines de la parte trasera del Palacio de Buckingham, que al cabo de unos quinientos metros, lo conduce a uno a la entrada principal del Palacio de Buckingham  donde cada tercer día se lleva a cabo el cambio de Guardia Real, un acontecimiento que reúne a más de un millar de curiosos que desean ver la ceremonia de cuando menos una hora, de aquellos soldaditos reales vestidos de rojo y un enorme casco o sombrero negro.

 

La ceremonia acababa de terminar, así que había mucha gente en torno a la entrada del palacio, continúe mi camino y crucé la calle hacia la Rotonda de la Reina Victoria, un gran monumento rodeado de espléndidos jardines con sus cuatro enormes leones custodiando el Palacio Real, rodeé la rotonda y tomé algunas fotografías.

 

Cambié de dirección caminando sobre The Mall e ingresé al St Jame's Park, hermoso lugar con amplios jardines, árboles frondosos, flores, ardillas, palomas y  un gran lago artificial con muchos patos, un sitio muy concurrido por la población y los turistas que gustan del reposo y la tranquilidad, me senté en una de las muchas banquitas de madera y empecé a escribir estas notas.

 

Continúe mi recorrido, dejé el parque y me interné en el centro de la ciudad, hacia el corazón de Westminster, pasé la calle del Parlamento donde visité la estatua de Churchill, luego Bridge Street, hacia la Abadía y el Big Ben en la esquina del gran edificio del Parlamento Británico construido a la orilla del Rio Támesis. Crucé el río por el puente de Westminster y continúe río abajo, pasé por County Hall y me detuve frente al acuario, a un costado de London Eye para admirar desde la rivera opuesta el Palacio del Parlamento, frente a mí una monumental ciudad milenaria construida a las orillas del Rio Támesis.

 

 

Día 7

Como de costumbre, nos levantamos a las seis de la mañana, preparamos maleta con lo estrictamente necesario y nos fuimos para la estación de Paddington del metro, lo abordamos en dirección a la London Station Pancras, ahí tomaríamos el EuroStar, el tren rápido que viaja por debajo del mar para hacer el recorrido de Londres a París, Francia y viceversa.

 

Obvio, ya habíamos comprado nuestros boletos por internet, la forma de comprar muchísimos servicios en Londres, pero ya en la estación pasamos a revisión de nuestros documentos, luego la aduana e ingresamos a la sala de espera donde aguardamos unos minutos, cumplido el tiempo de espera nos dieron la indicación de abordar, nos pusimos cómodos y el tren inició su travesía, se anunció que la velocidad de traslado sería de 140 kilómetros por hora. 

 

El tren austero pero muy cómodo, como los autobuses de lujo, asientos confortables, con su mesita para comer, leer o descansar los brazos, uno puede caminar de un vagón a otro, ir al baño, al comedor o al bar a tomar alguna bebida, la velocidad no se siente, y al cabo de unos veinte minutos de recorrido el anunciador oficial indica que el tren va iniciar su recorrido por abajo del mar, más o menos a unos 130 metros debajo de la superficie terrestre.

 

A las once de la mañana ya estábamos en la estación Gard du Nord de París, salimos de la terminal y empezamos a caminar en busca de nuestro hotel, avanzamos por la calle de La Fayette rumbo a la Ópera, ahí abordamos un taxi que nos llevó a Kleber, una zona de hoteles que está a un costado del gran Arco del Triunfo, una vez ubicados en el hotel, reorganizamos la agenda y salimos a recorrer París, e iniciamos justamente en el Arco del Triunfo, de ahí por toda la avenida de Champs Elysees, hasta la Plaza de la Concorde, visitamos el Gran Palacio, el pequeño Palacio, cruzamos el río Sena hacía el jardín de los Inválidos y comimos de regreso en un restaurancito de una calle adyacente a Champs Elysees, al término de una grata y amena comida con vino francés, regresamos al hotel para tomar unos minutos de descanso.

 

París es una ciudad extraordinariamente hermosa; en sus calles, plazas y monumentos se respira el Renacimiento, revolución popular, sabor a pueblo enardecido, pero también se ve y se respira arte, conocimiento, sabiduría, evolución, espectáculos, moda, cultura y farándula. París tiene todo para todos los gustos.

 

Por la noche volvimos a salir, caminamos por la calle Kleber hacia el Palacio de la Arquitectura, una zona monumental desde donde puede apreciarse la personalidad de la ciudad parisina, de ahí también se observa la recia y emblemática figura de la Torre Eiffel, su robusta estructura parece desafiar el tiempo con todas sus expresiones, sin embargo, de noche e iluminada proyecta glamour, elegancia, destellos de luz, que causan la sensación de los turistas, es uno de los monumentos más fotografiados del mundo.

 

Descendimos por las escalinatas del Palacio de la Arquitectura, hacia las diferentes plazuelas a desnivel, grupos de música tocando melodías de rock clásicas, pintores urbanos y vendedores de recuerdos, de pronto en medio de la obscuridad un estallido de luces centellantes iluminan la Torre ante miles de turistas diurnos, solo un minuto dura el efecto de luces pero es suficiente para extasiar a los visitantes, volvimos a nuestro hotel para reponer la energía para el día siguiente.

 

 

Día 8

 

Ocho de la mañana, a desayunar e iniciar la jornada, el frío era tan intenso como el que habíamos dejado en Londres, empezamos a caminar para la Torre Eiffel porque una parte del grupo deseaba ascender para tomarse fotografías, ahí tomamos la decisión de dividirnos en función del interés de cada uno, por mi parte, adquirí el boleto para el Lopentour  y me trepé al camioncito, busqué el lugar más guarecido del frio y en la medida de lo posible me puse cómodo, me coloqué mis audífonos para escuchar el relato del recorrido y mirar, imaginar y soñar en ese maravilloso mundo de historia universal.

 

A la hora de la comida nos volvimos a reunir y a partir de ahí nuevamente en grupo: Notre Dame, Musee D Louvre, Jardín de los Tuileries, Plaza de la Madeleine, Opera Garnier y otros monumentos nos permitieron concluir el día, al filo de las veinte horas, tomamos en taxi para trasladarnos a Gare du Nord, para tomar “El último tren a Londres”, como se titula la canción del grupo de rock inglés Electric Lightening Orchestra, el de las 21:30 horas, el frío continuaba intenso y los vagones del tren fueron un refugio gratificante, claro, tan solo por una hora con cuarenta minutos, pues al llegar a Pancras Station continuó nuestro suplicio en medio de un frío que penetra por la ropa y llega hasta la médula de los fríos huesos.

 

Imagínense en la calle, con esa temperatura, el viento frío que nos quemaba el rostro, y nosotros en la calle esperando el turno para abordar un taxi, porque eso sí, a la tierra que fueres haz lo que vieres –como dice el refrán mexicano-, y en el Reino Unido si algo hay que acatar es el orden para hacer las cosas, la fila es la fila y el turno es el turno. Lo bueno fue que a la media noche ya estábamos en el hotel calentando las sábanas y con un buen cobertor.

 

 

 

 


 

Para efectos prácticos podría yo establecer objetivos del viaje:

 

 

Primero.-  Geografía

 

·      Ubicación  respecto al mundo.

La isla está situada al norte del continente Europeo, próxima al casco polar.

 

·      Clima

Permanentemente nublado, con lluvia abundante y temperaturas bajas, el invierno es muy largo y el verano muy corto, en invierno se obscurece a las 5:30 de la tarde.

 

·      Orografía

Es una tierra sin grandes montañas, de superficie ondulada, tierra de muy buena calidad, sin rocas, capa vegetal verde intenso, con aparente bajo recurso forestal aprovechable y abundantes ríos, lagos pequeños y estanques naturales.

 

Segundo.  El conocimiento externo de las ciudades

 

·      Características y matices de su arquitectura

Londres es una ciudad antigua, con gran influencia de la arquitectura romana, construida con materiales resistentes a la humedad como ladrillo, piedra y adobe, con frecuente uso de madera en interiores y hierro en exteriores.

 

·      Espacios públicos

Londres contiene muchos espacios públicos como plazas, museos, teatros y jardines multicolores.

 

·      La organización y funcionamiento  urbano

El Reino Unido tiene una organización especial respecto al resto de Europa, los autos con volante a la derecha, camiones urbanos de doble piso, circulación vehicular en dirección contraria al resto del mundo, mobiliario urbano y señalética originales.

 

·      Sectores socioeconómicos

Sólo el 3 por ciento de la población se dedica a la agricultura, con un sector agroindustrial superavitario, grandes productores de maíz, trigo, cebada, aceite vegetal, ovinos, bovinos y caballar.

 

Un desarrollo industrial fuerte en las ramas de alimentos, textil, acero, automotriz, agroquímicos, etc.

 

El sector comercial también es fuerte en: alimentos procesados y preparados, ropa, calzado, servicios turísticos, etc.

 

·      Respecto a las áreas verdes y concepción de la sustentabilidad.

Los ingleses son muy proactivos, cuidan y disfrutan de sus áreas verdes.

Hay un gran aprecio por la naturaleza, por lo verde, muchos espacios verdes y de hecho, los ingleses no dejan un pequeño espacio sin aprovechar colocando plantas en: ventanas, marquesinas, umbrales, postes de alumbrado público, etc.

La población es extraordinariamente cosmopolita, permanentemente ensimismada, extremadamente práctica, preocupada por la vida diaria, con imagen pública pulcra, ama las plantas, a los animales en general y a los perros en particular, extremadamente puntuales, disfruta mucho de sus espacios públicos y evidentemente proclives a la lectura.